Conocimos a Hans en la primavera de 2019, cuando le dieron el alta del Sutter Santa Rosa Regional Hospital. Hans, antiguo camionero, ha vivido y trabajado en el condado de Sonoma durante muchos años, y también crió aquí a su hija. La vida le ha planteado dificultades, pero Hans se centra en lo positivo con una actitud abierta y amable.
En enero de 2019, la vida de Hans cambió drásticamente cuando resbaló y cayó en un charco de aceite en una gasolinera. En aquel momento era fumador y pesaba 109 kg; la dura caída le rompió la pelvis y requirió una complicada cirugía. Permaneció en la unidad de cuidados intensivos durante más de dos semanas y empezó a perder peso. Aunque salió del hospital con un peso más saludable, la lesión le impidió volver a trabajar.
Apenas tres meses después, Hans sufrió un infarto masivo que le hizo luchar por su vida.
“Mi cardiólogo no creía que saldría del hospital”, recuerda Hans. “Y seguí perdiendo peso durante unas dos o tres semanas”.
Al recibir el alta, Hans había perdido 32 kg. No tenía ingresos fijos y, aunque una dieta sana y regular era exactamente lo que necesitaba, no estaba seguro de cómo conseguir o preparar alimentos saludables en su delicado estado físico.
“Sutter me dio números de teléfono tanto de Food For Thought como de Meals on Wheels”, explica Hans. “Pero no cumplía los requisitos para Meals on Wheels porque no tengo 60 años”.
Fue entonces cuando Hans conectó con nuestro programa Welcome Home, que alteró fundamentalmente su salud y su recuperación. Welcome Home, que forma parte de los servicios ampliados de Food For Thought, proporciona tres meses de alimentos saludables a los residentes del condado de Sonoma que reciben el alta de un centro médico y corren el riesgo de desnutrición. El programa tiene como objetivo ayudar a las personas a recuperarse y reducir los reingresos hospitalarios.
Pero el programa ofrece beneficios más allá de la alimentación y la nutrición.
“Había gente que venía a mi casa una vez a la semana con comida nutritiva”, recuerda Hans. “Pero era más que eso. Durante mi recuperación, una de las partes difíciles fue la soledad y el aislamiento. Y tener a estas personas amables que venían, que ofrecían su tiempo como voluntarios y que traían la comida que tanto necesitaba… significó mucho para mí”.
Como parte del programa Welcome Home, nuestra dietista titulada se pone en contacto con clientes como Hans para evaluar su progreso y responder a cualquier pregunta. Hans ha recorrido un largo camino hacia la recuperación, pero se apresura a señalar que la comida sana que ha recibido ha marcado la diferencia: “Ahora peso 79 kg”, dice, “justo lo que necesito”.